Con ganas de hacer su propia historia, Chala Madre comienza a tocar a principios del año 2003. Muchas influencias juntas, seis instrumentos, un cuarteto clásico de rock, dos guitarras, bajo y batería, más dos vientos, saxo y trompeta. Eso es Chala Madre en vivo. La idea fundamental de la banda siempre ha sido el desarrollo de las canciones y por sobre todas las cosas, llevarlas a todos los escenarios posibles.
Hasta el momento Chala Madre tiene dos discos editados. El primero de llama “Hay que salir” y comenzó siendo una producción independiente. Después de estar grabado surgió el interés de editarlo a través de un sello de la capital del país: Montevideo MG. “Hay que salir” es un primer disco que ya muestra el interés por varios estilos musicales y por la fusión. “No me dejes”, el primer corte del disco, es un reggae con chispazos de tango y folclore, una canción que cuenta, que sueña, y que promete a través de su letra, una dedicatoria a alguien especial, es a la vez una pedido y una promesa. El disco sigue con “Ligado al pasado”, un ska con con una clara frase melódica a cargo de la guitarra primero y de los vientos después. La canción va creciendo hacia un rock más pesado, con un estribo claro sobre la distorsión de las guitarras y al final todo confluye en ese solo de guitarra eléctrica con wah y el riff de vientos a todo lo que da. “Una señal”, un estribo rockero de los más disfrutados, mucho más en vivo. Una canción que aparece siempre como arranque de los toques. Una canción que nos habla de la búsqueda de algo mejor, de la esperanza y de tener cuidado con la oscuridad de ayer, de no olvidar para no repetir. Reggae y rock, rock y reggae, varias canciones más de este primer disco de la banda presentan esta hermandad inseparable: “Un lugar para reír”, de donde sale la frase que le da nombre al disco, “Sale el Sol Babylon”, “Un poco de suerte”, todas canciones inspiradas en la misma relación entre estos dos estilos musicales. Un reggae más arraigado en los orígenes de este estilo está presente en “La isla”, “Capital de la Apariencia” y “Ya no le alcanza”. Un capítulo aparte es la décima canción del disco, “Sólo voy”, un relato de un viajero solitario que invita a que lo acompañen, un estribillo interpretado de la manera más dulce y que deja claro que el viaje es de ida, sin “pasaje de vuelta”. “Hay que salir” llevó a la banda a recorrer casi todo el país, muy pocos lugares quedaron sin visitar, sin tener a la banda en algún escenario. En Montevideo la banda tuvo toques inolvidables, como la vez que tocaron antes de Árbol en el Teatro de verano, pero sobre todo, una de las noche de mayor felicidad fue la que compartieron junto a Manu Chao en el cine Plaza. Un toque inolvidable por la experiencia de conocer a este ser increíble y su banda y de haber recibido una respuesta impresionante de la gente, si tenemos en cuenta que las bandas invitadas no siempre la pasan bien. ¡Muy buena noche!Con sólo este primer disco editado, Chala Madre participó de las ediciones ’05 y ’06 de la Fiesta X. Entre las dos noches más quince mil personas pudieron ver a la banda en esta popular fiesta de la capital. En el 2006 partipó por primera vez en la cuarta edición del Pilsen Rock en Durazno. Un toque impresionante para más de cien mil personas, una tarde soleada, y una respuesta de la gente que no todos esperaban y que dejo a la banda entre los mejores shows de esa edición, hasta ahora la que ha convocado más gente de todas las que se realizaron antes.En ese mismo año 2006, Chala Madre graba su segundo disco, “Hoy es el día”, que fue editado cerca de fin de año y que tuvo como primer corte la tercera canción del disco, “No vuelve”, en los primeros lugares de los favoritos en varias radios del país. En este disco se apostó a un sonido más puro, sobre la base de los instrumentos que se usan en vivo con el objetivo de lograr una identidad aún mayor y una verdadera autenticidad a la hora de llevar las canciones del disco al escenario. El rock y el ska juntos están más presentes y con más fuerza todavía, por ejemplo en “De acá no”, “Por la noche”, “Si te vas” y “En dos”. El reggae es más fluído y sobre un groove distinto al escuchado en el disco anterior, la base son la guitarra, el bajo y la batería, no hay teclados. Esto lo vemos en “Lejos del cielo”, “Todos a la vez” y “Más que una razón”. “No vuelve” es una canción de “olvido del amor que no pudo ser”, con una frase melódica inolvidable muy bien llevada por Leo, Nico y Denis (invitado para este disco) en los vientos. ¿Hasta cuándo?, una verdadera fusión experimental, con un arpegio de viola muy presente y bien rockero, pero que de a poco se va transformando hasta que explota en un estribo que emociona. “Cada vez más”, una canción que comienza con un riff de guitarra fuerte y solitario y que unos compaces más tarde es acompaña por una base sólida con un pie en el rock y otro en el hip hop, con una letra de contenido social que no resigna y que invita a seguir soñando por algo mejor. No podía faltar, sobre el final del disco, una canción para escuchar y disfrutar con otra tranquilidad, mientras nos dejamos llevar por una voz suave y clara que interpreta una letra de transmite vida, sobre una base despojada y muy sólida de guitarras clásicas, bajo y batería. Esta canción se llama “Vivir” y nos habla de lo que tenemos, de lo que nos queda, que no es poco y que es además lo que querramos que sea…es obre todo, vivir.Estos dos discos y más de ciento cincuenta presentaciones en vivo por todo el territorio del país es lo que Chala Madre ha generado en estos años de vida. Ahora es tiempo de seguir tocando, de seguir llevando las canciones a cada rincón del país y de seguir comunicando, tocando y cantando, junto a la gente que les abre los brazos, junto a ustedes. ¡¡Muchas gracias por estar ahí y por hacer de Chala Madre una parte de ustedes!!
Hasta el momento Chala Madre tiene dos discos editados. El primero de llama “Hay que salir” y comenzó siendo una producción independiente. Después de estar grabado surgió el interés de editarlo a través de un sello de la capital del país: Montevideo MG. “Hay que salir” es un primer disco que ya muestra el interés por varios estilos musicales y por la fusión. “No me dejes”, el primer corte del disco, es un reggae con chispazos de tango y folclore, una canción que cuenta, que sueña, y que promete a través de su letra, una dedicatoria a alguien especial, es a la vez una pedido y una promesa. El disco sigue con “Ligado al pasado”, un ska con con una clara frase melódica a cargo de la guitarra primero y de los vientos después. La canción va creciendo hacia un rock más pesado, con un estribo claro sobre la distorsión de las guitarras y al final todo confluye en ese solo de guitarra eléctrica con wah y el riff de vientos a todo lo que da. “Una señal”, un estribo rockero de los más disfrutados, mucho más en vivo. Una canción que aparece siempre como arranque de los toques. Una canción que nos habla de la búsqueda de algo mejor, de la esperanza y de tener cuidado con la oscuridad de ayer, de no olvidar para no repetir. Reggae y rock, rock y reggae, varias canciones más de este primer disco de la banda presentan esta hermandad inseparable: “Un lugar para reír”, de donde sale la frase que le da nombre al disco, “Sale el Sol Babylon”, “Un poco de suerte”, todas canciones inspiradas en la misma relación entre estos dos estilos musicales. Un reggae más arraigado en los orígenes de este estilo está presente en “La isla”, “Capital de la Apariencia” y “Ya no le alcanza”. Un capítulo aparte es la décima canción del disco, “Sólo voy”, un relato de un viajero solitario que invita a que lo acompañen, un estribillo interpretado de la manera más dulce y que deja claro que el viaje es de ida, sin “pasaje de vuelta”. “Hay que salir” llevó a la banda a recorrer casi todo el país, muy pocos lugares quedaron sin visitar, sin tener a la banda en algún escenario. En Montevideo la banda tuvo toques inolvidables, como la vez que tocaron antes de Árbol en el Teatro de verano, pero sobre todo, una de las noche de mayor felicidad fue la que compartieron junto a Manu Chao en el cine Plaza. Un toque inolvidable por la experiencia de conocer a este ser increíble y su banda y de haber recibido una respuesta impresionante de la gente, si tenemos en cuenta que las bandas invitadas no siempre la pasan bien. ¡Muy buena noche!Con sólo este primer disco editado, Chala Madre participó de las ediciones ’05 y ’06 de la Fiesta X. Entre las dos noches más quince mil personas pudieron ver a la banda en esta popular fiesta de la capital. En el 2006 partipó por primera vez en la cuarta edición del Pilsen Rock en Durazno. Un toque impresionante para más de cien mil personas, una tarde soleada, y una respuesta de la gente que no todos esperaban y que dejo a la banda entre los mejores shows de esa edición, hasta ahora la que ha convocado más gente de todas las que se realizaron antes.En ese mismo año 2006, Chala Madre graba su segundo disco, “Hoy es el día”, que fue editado cerca de fin de año y que tuvo como primer corte la tercera canción del disco, “No vuelve”, en los primeros lugares de los favoritos en varias radios del país. En este disco se apostó a un sonido más puro, sobre la base de los instrumentos que se usan en vivo con el objetivo de lograr una identidad aún mayor y una verdadera autenticidad a la hora de llevar las canciones del disco al escenario. El rock y el ska juntos están más presentes y con más fuerza todavía, por ejemplo en “De acá no”, “Por la noche”, “Si te vas” y “En dos”. El reggae es más fluído y sobre un groove distinto al escuchado en el disco anterior, la base son la guitarra, el bajo y la batería, no hay teclados. Esto lo vemos en “Lejos del cielo”, “Todos a la vez” y “Más que una razón”. “No vuelve” es una canción de “olvido del amor que no pudo ser”, con una frase melódica inolvidable muy bien llevada por Leo, Nico y Denis (invitado para este disco) en los vientos. ¿Hasta cuándo?, una verdadera fusión experimental, con un arpegio de viola muy presente y bien rockero, pero que de a poco se va transformando hasta que explota en un estribo que emociona. “Cada vez más”, una canción que comienza con un riff de guitarra fuerte y solitario y que unos compaces más tarde es acompaña por una base sólida con un pie en el rock y otro en el hip hop, con una letra de contenido social que no resigna y que invita a seguir soñando por algo mejor. No podía faltar, sobre el final del disco, una canción para escuchar y disfrutar con otra tranquilidad, mientras nos dejamos llevar por una voz suave y clara que interpreta una letra de transmite vida, sobre una base despojada y muy sólida de guitarras clásicas, bajo y batería. Esta canción se llama “Vivir” y nos habla de lo que tenemos, de lo que nos queda, que no es poco y que es además lo que querramos que sea…es obre todo, vivir.Estos dos discos y más de ciento cincuenta presentaciones en vivo por todo el territorio del país es lo que Chala Madre ha generado en estos años de vida. Ahora es tiempo de seguir tocando, de seguir llevando las canciones a cada rincón del país y de seguir comunicando, tocando y cantando, junto a la gente que les abre los brazos, junto a ustedes. ¡¡Muchas gracias por estar ahí y por hacer de Chala Madre una parte de ustedes!!
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